Su historia empieza cuando apenas a las 4 semanas de vida fue arrastrada por un auto en plena carretera dejándola desfigurada, luego de sobrevivir al accidente y repetidas visitas al veterinario concluyeron en que podía seguir viviendo tal como quedo y que su piel no volvería a crecer. Es por eso que 2 a 3 veces al día deben darle medicinas para mantener los ojos humedos. Aunque parezca lo contrario, increíblemente Chase no sufre de dolor alguno. Su veterinario se ha encargado de ver que nada malo le pase a la salud de esta gatita.
Chase ahora tiene 3 años de edad, y pese a sus incapacidades vive una vida normal de gato junto a sus 2 hermanos perros y otro gato, ella juega, corre y come normalmente. La unica diferencia es que no tiene una carita, y que deben estarle poniendo gotitas en sus ojos para humedeserlos.
Deja tu comentario