La obesidad es un serio problema que afecta a gran parte de la sociedad. Lo mismo ocurre con las mascotas: más del 50% de los perros y los gatos sufren sobrepeso. Muchos propietarios ven graciosos a sus animales con unos kilos de más, pero esto es un grave error, ya que esta patología habitualmente tiene consecuencias que llegan a ser fatales.
Esta acumulación de grasa corporal deteriora las funciones del organismo del perro y le provoca serios problemas de salud.
Un animal obeso tiene mayor riesgo de sufrir múltiples complicaciones tales como, enfermedades cardiacas, dolencias de piel, dificultades respiratorias, artritis, displasia de cadera y diabetes.
Junto con la alimentación, el ejercicio es fundamental para mantener a un perro sano.
Muchos de los propietarios, por falta de tiempo, no pasean suficientemente con su perro. El sedentarismo que sufre el animal le hace desarrollar esta patología.
Una vez que el animal ha cogido kilos de más, el perder peso a veces se convierte en una tarea difícil, al igual que ocurre en las personas. Esta dificultad aumenta si tu mascota ha alcanzado la edad adulta.
Define con tu veterinario la dieta a seguir y mide, de acuerdo con sus instrucciones, la cantidad de alimento que ofreces diariamente a tu animal.
Elimina las golosinas o las sobras de comida que solo aportan calorías inútiles y sigue un programa de ejercicio adecuado a la edad y estado de tu perro.
Siempre es mejor prevenir que curar.
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