Mi perrito Rocky

Nuestro pequeño Rocky nos dejó para siempre el dí­a 21 de Noviembre de 2008 y estas navidades han sido las más tristes de mi vida. Antes, cuando él estaba con nosotros, tambí­en celebraba la Noche Vieja con sus 12.uvas Le poní­amos en su plato las más pequeñitas para que no le sentaran mal.

Este fin de año lo hemos celebrado sin él, más bien dirí­a que lo hemos pasado sin él, porque la verdad, no tení­amos muchas ganas de celebraciones. Yo todaví­a siento el dolor de su pérdida y aunque no me queda más remedio que aceptarlo, parte de mi vida se ha marchado con mi chiquitin. Ha vivido 12 preciosos años con nosotros y lo hemos querido tanto que ahora nos sentimos muy tristes sin él.

Recuerdo lo bien que lo pasaba correteando arriba y abajo con su sandwich de goma. Lo buscaba y volví­a corriendo para lanzarlo por los aires. Nos provocaba para que fuésemos detrás suyo y en cuanto í­bamos a por él, echaba a correr de nuevo. ¡Qué momentos tan buenos nos ha dado!. Han sido 12 años inolvidables que ya nunca volverán y aunque es muy triste saber que no volveremos a verlo, prefiero quedarme con lo bueno y con la tranquilidad de haberle dado una vida feliz. Incluso en los últimos momentos de su vida estuvimos a su lado, arropándole para que no sufiera.

Mi chiquití­n ¡Qué vací­o tan grande has dejado! Eras la alegrí­a de toda la familia y desde que te fuiste, esta casa ya no es la misma. Ojalá algún dí­a volvamos a vernos en algún sitio porque estoy segura de que si hay otra vida, tú nos estarás esperando. Te queremos, chiquitajo, y nunca nunca te olvidaremos.

P.D. Adjuntamos una foto tuya para que todo el mundo vea lo guapo que eras. Y ahora que el tete no me oye, pues no le gustaba que te llamara coqui, te lo digo por última vez: Te quiero Coquito mí­o.