Nueva York, EUA.- Algunos estudios científicos revelan que las personas que tienen como mascota a un perro o gato sufren menos estrés.
Las investigaciones señalan que la presión sanguínea es más baja en los dueños de las mascotas ante una situación de estrés.
El acariciar, abrazar o jugar con las mascotas es una gran terapia porque eleva en las personas los niveles de neurotransmisores los cuales provocan efectos de calma y placer en los individuos.
En la universidad de Brooklyn, un grupo de perros llegaron para ayudar a los estudiantes a contrarrestar el estrés que pueden presentar los alumnos por las tareas y trabajos finales.
Un estudiante de la universidad neoyorkina señaló que “parece que sí funciona, porque al momento de acariciar a los perros son muy divertidos, te alegran y hasta te desconectas de todos los pensamientos y te concentras solamente en los perros».
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