Siempre es triste a decir adiós, pero estas en nuestro pensamiento Brauny, no pensé que te fueras tan pronto, todavía nos platicaron que estabas triste que ya no quería salir de tu camita para correr tras las palomas o ladrar a la gente que pasa por la calle.
Quisiste despertarte de nosotros y saliste cuando nos escuchaste que te hablamos Brauny, caminando despacito y te dejaste acariciar en las piernas de los abuelos.
Gracias Brauny por todo tu cariño y compañía que nos brindaste a toda la familia, en todos estos años.
Te quedas en nuestro corazón.
Chiquita!!! siempre te recordaremos con mucho amor!!! te mandamos muchos besos hasta el cielo.